Nadia Hernández Soto / Inversión Turística
En el contexto de la reapertura de algunos destinos turísticos de México después de más de 80 días de cierre por la contingencia sanitaria que provocó el nuevo coronavirus (Covid-19), Aeroméxico consideró que estas regiones tendrán que demostrar que son seguros por lo que se tendrán que certificar para captar el turismo de Norteamérica.
En ese sentido, Sergio Allard, director Ejecutivo de Relaciones Institucionales de Grupo Aeroméxico, señaló que es necesario dirigir esfuerzos al mercado estadunidense, con el cual se tiene la fortuna de la vecindad y la fuerza que tiene la marca México por el trabajo que se hizo en años anteriores.
“Si logramos demostrar que viajar a México es seguro y estamos certificados tendremos éxito por la cercanía”, agregó.
El directivo consideró dos etapas de recuperación: recuperar el mercado norteamericano ya sea directo o vía conexión con ciudad de México, y rescatar también al mercado canadiense, detalló, “así que hay que prepararse para que no sea tan malo el invierno, y vengan a vacacionar los americanos, y así en lugar de que el mercado se caiga un 80%, se caiga un 40%, lo cual sería un éxito”, añadió en la conferencia virtual “La Aviación en México”.
Sergio Allard
“Hay que enfocar nuestras pilas a los mercados que nos puedan dar rentabilidad y a la vez gran reputación, al confirmar que los destinos en México son saludables y cumplen todos los protocolos de higiene y salud. Yo creo que podríamos recuperar el mercado y la crisis no podría ser tan profunda”.
“Debemos de enfocar y tener una prioridad en todo esto y ser un destino modelo, sería muy triste que los destinos del caribe, nos ganaran y no lo digo peyorativamente, sino desde el punto de vista competitivo, hoy en Aeroméxico se trabaja con ASUR en Cancún y Mérida, pues también ya establecieron sus propios protocolos, así como con GAP en Los Cabos para que los procesos se implementen”.
El directivo explicó que la pandemia del Covid-19 obligó a Grupo Aeroméxico a hacer ajustes operativos, lo cual implicará redimensionarse de acuerdo a la demanda y establecer tarifas sencillas, flexibles y variadas, pero no low cost, afirmó su director ejecutivo de Relaciones Institucionales.
Allard enfatizó que la participación accionaria de Delta Air Lines se mantiene firme pese a las turbulencias que vive la industria. “Estamos revisando el plan estratégico y de negocio. Nuestra flota es de 130 aviones y tenemos que ver cuántos realmente necesitamos en los próximos 24 meses”, comentó.
Estimaciones del Grupo apuntan a que al cierre del presente año se presentará una caída de entre el 55 y el 60% en pasajeros transportados y la recuperación total podría llegar en los siguientes tres años, considerando que haya una vacuna para el virus.
Durante su participación en la comunidad de aprendizaje colaborativo enfocado al trabajo remoto y a la educación a distancia “Quiero aprender a…”, con el tema “La Aviación en México”, el directivo aseguró que para hacer frente a la contingencia es fundamental la decidida participación de todos los actores y dejando en claro la participación de cada uno.
Respecto a la petición a los gobiernos de todo el mundo para auxiliar financieramente a las aerolíneas que ha reiterado la IATA, explicó que en su caso no buscan un rescate sino apoyos y que de manera paralela analizan alternativas de financiamiento.
“La posibilidad de dejar asientos vacíos en un vuelo no resulta rentable para la empresa y están reforzando su mensaje ante los consumidores de que las medidas sanitarias implementadas, con base en los estándares internacionales, brindan seguridad durante su viaje”, ejemplificó.
Cabe destacar que los primeros datos de abril y mayo, dijo, señalan que el pasaje doméstico cayó 90% y el internacional, 95%. En junio, se prevé una baja del 80%, respecto al 2019. “Ha sido complicado, el viernes pasado 15 mil pasajeros se movieron en la industria y un viernes normal eran 120 mil o más. Además, Latinoamérica no ha abierto sus vuelos”, agregó.
