Redacción/ Inversión Turística
La aerolínea lanzó una nueva dinámica “Ponle tu apodo a un avión”, con la que aquellos que se sientan “muy chichos” con su sobrenombre, podrán ver premiada su creatividad bautizando con su apodo una aeronave de Volaris o ganando vuelos ilimitados durante un año.
Dirigida a sus viajeros, la aerolínea señaló que según la primera ley de la Apodología: “Un apodo que se crea no se destruye, tampoco se transforma”. En otras palabras, los apodos son inmortales. Hay gente que cuando se va al otro mundo, con o sin maletas, la recuerdan más por su apodo que por el nombre ¿Apoco no? Para darle vuelo a la imaginación y rebautizar a las personas, los mexicanos nos pintamos solos.