La Conspiración de 1809, el sabor de Michoacán y Oaxaca con toque cantinero

Nadia Hernández Soto / Enviada

La Conspiración de 1809, de Valladolid, comenzó a organizarse en septiembre de ese año en la capital del obispado y de la provincia de Michoacán, liderada por José Mariano Michelena, Teniente del Regimiento de Infantería de Línea de la Corona, junto con el Capitán del Regimiento de Infantería de Valladolid José María García Obeso y el Fraile Franciscano Vicente de Santa María, entre otros.

La conspiración habría de concretarse el 21 de diciembre en Valladolid, pero el plan no llegó a realizarse. Uno de los participantes denunció la conjura. Una vez presos los principales implicados declararon que lo único que pretendían era defender los derechos del soberano, Fernando VII, y hacer todo lo necesario para evitar que los peninsulares residentes en Nueva España entregaran el reino a los franceses.

Aquel edificio, morada de Michelena cuando fue fraguada la conspiración, hoy es una de las arquitecturas de cantera que decora el centro de Morelia y alberga el restaurante La Conspiración de 1809, lugar donde se reúnen personalidades de los ámbitos sociopolítico, cultural, del espectáculo y gastronómico para compartir el pan y la sal; y emblema del Festival Internacional de Gastronomía y Vino Morelia en Boca, por su destacada participación en cada edición.

La reconocida chef Cynthia Martínez Becerril, atiende personalmente a quienes desean deleitarse con la gastronomía mexicana y los sabores de Michoacán, Oaxaca y la cocina prehispánica especialmente en La Conspiración de 1809, ubicado frente a la Plaza de las Armas del Centro Histórico de Morelia.

Con 25 años de experiencia, la también miembro del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana en calidad de experta en cocina tradicional mexicana, sorprende a comensales con sus creaciones, combinaciones que llevan los ingredientes de la cocina tradicional de Oaxaca y Michoacán.

La Conspiración de 1809 lleva a cabo los protocolos sanitarios que ha establecido la autoridad de Salud del estado y del gobierno federal, y agrega acciones como poner el mantel limpio enfrente del visitante para dar confianza a los clientes; entre otras operaciones para cuidar la salud de los empleados y comensales.

En este restaurante emblemático de Morelia se puede disfrutar el exquisito sabor desde el desayuno con benedictinos, huevos aporreados, pan de la casa, chocolate hecho al instante, para luego seguir con la cochinita pibil, sopa tarasca, y carnitas que son cocinadas por 12 horas para cuidar la suavidad de la carne y que se sirve en su propio jugo; además la tostada de atún es una delicia. Y una variedad de platillos que sorprende con continuidad a los visitantes. Asimismo, ofrece una amplia carta como en vinos y licores. Incluye los vinos del Valle de Guadalupe que son muy recomendables.

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