Nadia Hernández Soto / Inversión Turística
Delincuentes que practican la explotación sexual infantil, usan al turismo para disfrazarse y pasar desapercibidos y cometer su delito, “se amparan en esta actividad que es noble y que por el contrario, puede ayudar a combatir esta problemática”, aseguró el titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Enrique de la Madrid Cordero.
Durante la inauguración de la X Reunión Presencial Grupo de Acción Regional de las Américas, llamó a aplicar con criterio las normas en el sistema judicial, para combatir los delincuentes jurídicos que ocultan a los explotadores, pues dijo, no basta hacer leyes para detener este delito, sino que se apliquen.
De la Madrid comentó que se debe entender el origen de la problemática que en muchas ocasiones proviene de la violencia o disfuncionalidad al interior de las familias, de un tejido social roto y es por eso que el turismo puede ayudar a combatir este delito.
«Tenemos la posibilidad de hacer la denuncia secreta, la denuncia anónima, se hacen cosas para que precisamente los protejamos… y ya a raíz de estos cursos y estas pláticas, esta concientización, ya hemos prevenido el delito», apuntó el funcionario federal.
A la X Reunión Presencial Grupo de Acción Regional de las Américas asistió el senador Isaías González Cuevas, secretario general de la Confederación Revolucionaria Obrera y Campesina (CROC), asimismo la organización Por un #TurismoLibreDeExplotación, 12 Ministerios de Turismo de la región, las organizaciones internacionales End Child Prostitution, Child Pornography and Taffiking of Children for Sexual Purposes (ECPAT) y el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y adolescentes como observadores integran el Grupo de Acción Regional de las Américas (GARA) quienes se reunirán en la Ciudad de México del 22 al 24 de noviembre.
El objetivo del GARA es fortalecer la movilización regional para impulsar destinos turísticos éticos en los que se respeten los derechos de niñas, niños y adolescentes, a través de la sensibilización, la articulación y el fortalecimiento de las capacidades institucionales y la participación activa de los actores clave del sector turístico para prevenir y erradicar paulatinamente las diversas formas de explotación de niñas, niños y adolescentes en el sector de los viajes y el turismo en los países que integran la región.
El Grupo de Acción Regional de las América (GARA) se creó a partir de la I Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Turismo de Sudamérica para la prevención de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en el turismo. La primera reunión se realizó el 1° de diciembre de 2006, en Porto Alegre, Brasil.
Se cumplirán 11 años movilizando al sector turístico articulando los objetivos de organismos e instituciones internacionales como la OMT, la UNICEF, la OIM, ECPAT y el Instituto del Niño, la Niña y Adolescentes, con las estrategias nacionales de cada país participante. Se han realizado reuniones, seminarios y encuentros en Brasil (2), Argentina (1), Ecuador (3), Colombia (2), Uruguay (1).
Los estados miembros y activos son: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala, y México. La Secretaría Ejecutiva es ejercida por el Ministerio de Turismo de Uruguay por el período 2016-2018.
Por su parte, la secretaria Técnica de la Comisión Intersecretarial para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas, Mercedes Peláez Ferrusca, dijo que este delito muestra un incremento en el país, lo que se refleja en un mayor número de denuncias.
Refirió que en 2016 se lograron rescatar alrededor de 300 niños, mientras que este año todavía no se tienen cifras.
«No es que el delito exista en la industria, hay personas que aprovechando la posibilidad de viajar a destinos turísticos en nuestro país u otros países abusan sexualmente de menores y hay personas que están dispuestas a poner niños a su alcance para abusarlos sexualmente. Esa es una realidad del continente», dijo.
Luego de destacar que las sanciones por este delito van desde los cinco hasta 40 años de prisión, abundó que se debe reconocer que gran parte de este problema se genera porque es socialmente aceptado e incluso, en ocasiones, son los propios padres los que generan violencia y la explotación.
