Diez destinos imperdibles para el viaje de ensueño a Turquía

Nadia Hernández Soto / Enviada / Texto y Fotos / Inversión Turística

Turquía es el viaje soñado de miles de viajeros y turistas que han visto estampas del país en streaming y novelas turcas, pues su cultura milenaria y sitios que albergaron las primeras civilizaciones, de pasajes bíblicos y mosaicos de maravillosos paisajes, hacen de esta bella nación un lugar único en el mundo.

La magia de Turquía con más de 10 mil años de historia, radica en la unión de Oriente y Occidente; la parte europea corresponde al extremo SE de la península balcánica, entre el Mediterráneo y el Mar Negro. El resto del país se extiende más allá de los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos, a través de la península montañosa de Asia Menor.

Este puente y su riqueza histórica han creado un país donde las culturas se vuelven un abanico de colores, sabores y esencias únicas que encantan a cualquier viajero, de ahí que tan sólo en 2020, año de pandemia y crisis para el sector turístico mundial, recibiera 16 millones de turistas, de acuerdo con datos oficiales.

La mítica Turquía que los viajeros quieren conocer ofrece en primer lugar, la fascinante historia de Santa Sofía, la construcción más emblemática de Estambul, la primera ciudad que recibe al turista internacional en un aeropuerto diseñado como el mayor del mundo ubicado en el distrito europeo de Arnavutköy.

Santa Sofía de Constantinopla, en sus mil 500 años de existencia ha sido lugar de culto tanto para cristianos ortodoxos y católicos como para musulmanes, ha estado bajo dominio de diferentes imperios y sufrido sendas transformaciones.

Hoy los turistas pueden entrar y ver la majestuosidad de la construcción, minaretes que dominan el panorama y cuyos muros contienen siglos de arte, conflictos políticos, disputas religiosas y efervescencia nacionalista.

Fue la principal mezquita de Estambul hasta que se construyó la Mezquita Azul, en 1616, que como muchas otras mezquitas del mundo han sido influenciadas en su diseño por Santa Sofía.

Desde su apertura como museo en 1935, (hoy mezquita nuevamente), Santa Sofía se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas e imperdibles de Turquía, incluyendo las de líderes y personalidades mundiales.

La magnífica edificación es reflejo de los profundos cambios en un lugar del mundo que durante más de dos mil 500 años, ha sido el sitio de encuentro entre el Este y el Oeste, un punto medio estratégico luchado por algunos de los imperios más poderosos del mundo.

Y aunque Estambul no es la capital de Turquía es una de las más importantes ciudades en donde converge la vida moderna y occidental con la legendaria cultura que refleja las influencias de los distintos imperios que gobernaron la región. Al menos se necesitan 10 días para conocer un poco de las conexiones culturales con el antiguo imperio griego, el persa, el romano, el bizantino y el otomano.

En el distrito Sultanahmet, el Hipódromo al aire libre de la era romana fue por siglos un lugar de carreras de carros, y los obeliscos egipcios también permanecen en el lugar; así como la icónica basílica bizantina Santa Sofía que tiene una elevada cúpula del siglo VI y mosaicos cristianos poco comunes.

Ankara es la capital de Turquía, y para conocer este país es imperdible visitar el símbolo de la cultura turca: el mausoleo de Mustafa Kemal Ataturk quien fue el líder de la Guerra de Independencia Turca y el primer presidente de la República de Turquía.

Este mausoleo impresionante llama la atención por los guardias que nunca se mueven y los techos con alfombras. El interior de estos edificios ofrece al visitante la oportunidad de contemplar el conjunto de vehículos de época y la gran biblioteca de Kemal Ataturk.

Imperdibles

La travesía por Turquía debe incluir visitas a Capadocia- Pamukkale

Göreme: un lugar mágico, de cuento de hadas, el escenario de un pintor surrealista, acaso una especie de milagro religioso en más de un sentido, esto es porque el escenario se desprende después de la erupción del Monte Erciyes hace aproximadamente 2000 años, la ceniza y la lava formaron rocas blandas en la región de Capadocia, cubriendo una superficie de unos 20 mil km². La blanda roca fue erosionada por el aire y el agua, dejando la capa de roca dura en lo alto de los pilares formando lo que hoy en día se conoce como “Chimenea de hadas”.

Ahí se encuentra el Parque Nacional de Goreme, también conocido como Museo al aire libre de Goreme. En esta área comenzaron una serie de asentamientos entre los siglos III y IV, concretamente cuando los cristianos del periodo romano fundaron una serie de monasterios. Hoy se pueden ver restos de alcobas, almacenes, monumentos, iglesias y capillas, las cuales tienen decoraciones de frescos (pinturas rupestres) de los siglos XI y XII, aproximadamente.

Y más allá de contemplar las majestuosas y singulares mezquitas, la visita a la “Chimenea de hadas”, una postal única para fotografiar las formaciones rocosas altas con forma de conos que se agrupan en el Valle de los Monjes, Göreme y otros sitios y tener la vista exclusiva desde el cielo a bordo de un globo aerostático.

En Capadocia aprovechar al máximo esos escenarios y volar en globo que se vuelve una experiencia autentica y única.

Capadocia probablemente es el único lugar en el mundo donde más de cientos de globos vuelan casi todas las mañanas y también se vuelve una imagen que perdurará para siempre en el viajero.

Pamukkale: para visitar la antigua Hierápolis y el Castillo de Algodón, verdadera maravilla natural, una cascada gigante, estalactitas y piscinas naturales formadas a través de los siglos por el paso de las aguas termales cargadas de sales calcáreas.  

Seguir la ruta por Éfeso- Izmir o Kusadasi en el Mar Egeo

Éfeso: la ciudad greco-romana mejor conservada de Asia Menor desde los siglos I y II, que monopolizó la riqueza de Medio Oriente y guarda tesoros como la magnífica Biblioteca de Celso y la calle de mármol y el Teatro con capacidad para 25 mil personas, en donde se dice San Pablo habló a sus seguidores.  Fue la Capital Asiática del imperio Romano.

Otro imperdible es visitar la Casa de la Virgen María, admitida última morada de la madre de Jesús, y hoy es considerada un punto de peregrinación.

Un lugar religioso, cristiano cerca de Éfeso, a siete kilómetros de Selçuk, donde, según la tradición, Juan el Evangelista llevó a la Virgen María después de la crucifixión de Cristo, huyendo de la persecución en Jerusalén, y hasta su bienaventurada Asunción, según los ortodoxos.

Bursa: y disfrutar de una visita panorámica de esta importante ciudad que fue la primera capital del Imperio Otomano antes de Edirne, para después entrar y ver la solemne construcción de la Mezquita Verde, el Mausoleo Verde, construida a solicitud del Sultan Mehmet I.

La mezquita está decorada con azulejos Iznik de colores verde y turquesa. Mehmet I y su dinastía se encuentran enterrados en el Mausoleo Verde que hace parte del complejo de la Mezquita.

El viaje no estaría completo si no se visita El Gran Bazar de Estambul, el mayor bazar de la ciudad y uno de los bazares más grandes del mundo. Situado en el centro de la «ciudad vieja», en la parte europea de Estambul entre Nuruosmaniye, Mercan y Beyazıt, tiene más de 58 calles y 4.000 tiendas.

Además del muy concurrido «El Bazar de las Especias», también llamado «Bazar Egipcio», es uno de los mercados más antiguos de Estambul y hoy uno de los mejores lugares de la ciudad para comprar productos típicos como especias, dulces o frutos secos, el singular café y té turco.

El nombre de Bazar Egipcio se debe a que Egipto era la penúltima parada de la ruta de la seda y Constantinopla, la actual Estambul, la última hasta Venecia.

Desde luego también ir de compras al mercadillo de seda, donde se pueden apreciar y comprar antigüedades, sedas, perfumes y pashminas. Incluso operadores de viajes como Dorak Tours, ofrecen visitas exclusivas a tiendas de cueros, fabricas de alfombras de seda, utensilios de auténtica cerámica y de alta joyería y piedras preciosas originarias de Turquía.

Y para concluir un recorrido en barco por el famoso Bósforo, escenario de cientos de películas y lugar de encuentro de la animada vida de Estambul, es viajar de Europa a Asia y viceversa en un día. Este crucero da un toque mágico al viaje que los turistas se llevan de vuelta a su lugar de origen.

El Bósforo es un estrecho que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara separando Estambul en dos partes: la europea y la asiática. La longitud total del estrecho es de 30 kilómetros y la anchura va desde los 700 metros hasta los casi 4 kilómetros de la salida al Mar Negro.

Para cruzar el estrecho hay dos puentes: el Boğaziçi (al sur) y el Fatih Sultan Mehmed (al norte). Ambos tienen una longitud muy similar de algo más de un kilómetro. El Bósforo se adentra en la ciudad a través del tramo conocido como “Cuerno de oro” separando a su vez la parte europea en dos áreas: la ciudad vieja y el barrio de Gálata.

La encrucijada de mares y continentes que confluyen en el estrecho del Bósforo fue determinante a la hora de establecer la ubicación de Constantinopla.

La comida turca se caracteriza por el uso de especias, verduras, carnes asadas y aceite de oliva. Es una gastronomía muy equilibrada y sabrosa que combina elementos de la cocina del Oriente Medio con elementos de la cocina mediterránea.

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