La más bella historia de amor, en Yucatán, México

Por: Rosa Isela García Pantoja

Presidenta de la asociación Mexicana de la industria turística Yucatán (AMIT YUC)

En el mundo a través  de los siglos se han suscitado historias de amor, unas culminadas con monumentos como el Taj Mahal en la India, Cleopatra y Marco Antonio en Egipto, Romeo y Julieta en Italia, la leyenda Celta de Tristán e Isolda inmortalizada en la opera de Richard Wagner (fruto de un amor imposible) entre otras, México aporta al mundo con un grano de arena, su mundialmente famosa canción de trova, «PEREGRINA».

Todo comienza en el estado de Yucatán, México, tierra milenaria, orgullosa de su pasado maya, rica en belleza natural, cultural , gastronómica, un pueblo bohemio con su gran patrimonio cultural por excelencia, la trova yucateca cuya canción más famosa es «PEREGRINA» en los años de 1921-1922.

Cuando era gobernado por «el dragón rojo de los ojos de jade» Felipe Carrillo Puerto, quién construyó el primer estado socialista de América Latina y la prestigiada corresponsal de New York Times, Alma Marie Prescott Sullivan Reed.

Él, un hombre comprometido con las causas, adelantado a su tiempo, visionario en tan sólo 20 meses de gestión, llevó al estado de Yucatán a la vanguardia cultural, educacional, política y económica a nivel nacional de esos tiempos.

Ella, defensora de los derechos de los latinos, amante de la cultura maya, de la justicia, se conocieron por invitación que él hizo a los medios de comunicación nacionales e internacionales para dar a conocer el apoyo y explotación de las ruinas mayas; para demostrar su aporte a la humanidad.

Fue amor a primera vista, en una hermosa mañana cuando se vieron por primera vez, el vestido con impecable traje de lino blanco con su clásico sombrero Stetson  y una altura que pasaba la talla de los locales; aquí comienza la leyenda que trascendió a los tiempos y se convierte en historia, de dos personas unidas por el destino, con mentes privilegiadas que cambiaron el destino de los más necesitados y desprotegidos para siempre, fueron el complemento perfecto para sacar de la oscuridad al estado y llevarlo a la modernidad, gracias a su trabajo político-cultural.

Alma Reed recibió el nombre de maya de (Pixán Hanal), por su amado Felipe que quiere decir: «Alma y caña».

En uno de sus recorridos por el estado en compañía del gran poeta yucateco Luis Rosado Vega y a petición de su amado le pide que escriba la letra de una canción en honor a ella que posteriormente fue musicalizada por el gran compositor e intérprete de trova Ricardo Palmerín; así nace la más famosa canción de la trova «PEREGRINA».

Alma viaja a los Estados Unidos es despedida con un beso y con un hermoso arreglo de flores por su amado, entonando su canción por trovadores locales que dice: cuando dejes mis palmares y mi tierra no te olvides… no te olives…. no te olvides de  mi tierra….no te olvides de mi amor, fue en busca de su ajuar de novia para regresar a casarse con él, el 14 de enero de 1922.

Ya haciendo sus maletas con vestido de novia para regresar a Yucatán recibe una carta  donde le dicen que su amado Felipe Carrillo Puerto fue fusilado junto con tres hermanos y colaboradores el 3 de enero de 1922, a tan sólo 14 días de su boda.

Irónicamente la noche previa de su ejecución, dieron a Felipe toda la noche una serenata de Trova con su canción favorita “PEREGRINA”.

Hoy en día puedes visitar el museo de la trova yucateca, en Mérida donde encontraras la partitura original de esta canción expuesta al público, así como un pequeño lugar escondido en el centro histórico de Mérida, sede del Partido Socialista del sureste donde encontrarás un legado de escritos, cartas de un pasado glorioso, fiel testimonio  de épocas que no volverán; pero están escritas a puño y letra, con sangre y sudor de aquellos que lo vivieron.

En su natal Motul está el museo de Felipe Carrillo Puerto en donde pasó su infancia, actualmente los restos de Felipe Carrillo Puerto están sepultados en un Mausoleo y Alma Reed enfrente en un pequeño nicho, en el cementerio general de la ciudad de Mérida Yucatán, México; donde descansan en paz sin que nadie interrumpa su amor en la eternidad.